México pierde a uno de sus grandes en la fotografía
El "fotógrafo de la Ciudad de México", deja un Fundación y un millón de negativos como legados
Héctor García (su nombre completo fue Héctor Cobo García) nació
el 23 de agosto de 1923 y falleció ayer sábado 2 de junio de 2012. Abandonó su
casa a los siete años: la calle fue su hogar y luego su campo de acción.
Gilberto Bolaños Cacho –director del Tutelar para Menores–
le regaló su primera cámara cuando tenía 17 años, que llevó a Estados Unidos, donde trabajó como bracero
en el mantenimiento de las vías de ferrocarril. En ese trabajo surgiría su
gusto por la foto.
De acuerdo con los apuntes biográficos, "uno de sus compañeros fue arrollado por el tren. Sus restos
sobre el blanco de la nieve llamaron la atención de García, quien sacó su
cámara y comenzó a disparar. Todas las imágenes estaban veladas y ante la
decepción, el fotógrafo decidió estudiar seriamente".
Estudió en el Instituto de Artes y Ciencias Cinematográficas
de México donde fue discípulo de Manuel Álvarez Bravo y Gabriel Figueroa. Desde
1945 trabajaba como periodista gráfico, tanto en México como en el extranjero.
Fue también docente en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos de
la UNAM.
De su trabajo fotoperiodístico destacan el registro el
movimiento ferrocarrilero entre 1958 y 1959, y sus imágenes del Movimiento
estudiantil de 1968. Por esos trabajos recibió tres veces con el Premio Nacional de
Periodismo (1958, 1969, 1979) y con el Premio Nacional de Artes y Ciencias
(2002) en el ámbito de las Bellas Artes.
En el 2006 la Fototeca del INAH le otorgó la medalla al mérito fotográfico a Héctor García -la primera que otorgó esta institución-.
En el 2006 la Fototeca del INAH le otorgó la medalla al mérito fotográfico a Héctor García -la primera que otorgó esta institución-.
A amigos y admiradores recuerdan siempre con su cámara al
cuello: “Todavía está en la memoria esa imagen del fotógrafo en su silla de
ruedas, llevado por su compañera María, con su cámara colgando del cuello y su
sonrisa inconfundible”.
Su muerte ocurrió cuando tenía 88 años y se le rindió homenaje de cuerpo presente el domingo 3 de junio al mediodía en el Palacio de Bellas Artes. Quedan para la posteridad la Fundación que lleva su nombre y el de su esposa, donde se conservan más de un millón de negativos que serán digitalizados.
Su muerte ocurrió cuando tenía 88 años y se le rindió homenaje de cuerpo presente el domingo 3 de junio al mediodía en el Palacio de Bellas Artes. Quedan para la posteridad la Fundación que lleva su nombre y el de su esposa, donde se conservan más de un millón de negativos que serán digitalizados.
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